La cúpula 82 (I)

Por fin había terminado el día. Siempre es duro despedirse, aunque sea inevitable la separación, pero los niños son así. Llevaba con ellos desde que tenían 3 años; edad en la que se formaban los primeros grupos de estudio. Le daba pena, porque al volver, sus alumnos ya no estarían; a los 12 años de edad empezaba la especialización, es decir, iban a diferentes centros según sus habilidades.
Los más dotados intelectualmente irían al Instituto de Estudios Avanzados, donde estudiarían ciencias teóricas y aplicadas: medicina, ingeniería, biología, etc. Algunos privilegiados podrían estudiar psicología y otras ciencias sociales, solo permitidas a unos pocos intelectuales de más alto rango. El arte estaba prohibido, fuera de lo que El Concejo aprobara, y cualquier expresión artística no autorizada estaba castigada.
El resto serán mandados al Instituto de Capacitación Profesional y formarán el engranaje que hace que funcione esta colonia: cocineros, agricultores, limpiadores, mantenimiento básico, etc.
Y todos ellos, sin excepción, pasarán a formar parte del enjambre el día que se gradúen. Seres infinitesimales en una gigantesca cúpula donde habitan 50 millones de almas. La ciudad 82 era una de esas rodeadas por una gigantesca cúpula ultra-resistente para aislar la urbe de la naturaleza hostil que les rodeaba. La contaminación de los humanos del pasado había vuelto el entorno tóxico y ahora solo les quedaba vivir hacinados en invernaderos titánicos que crecían hacía abajo, clavándose en la tierra.
Una vez pasado el mal trago de la despedida, se les cogía mucho cariño a los niños en 9 años, llegó la hora de partir a su nuevo destino. Por fin tenía méritos suficientes para dejar la enseñanza elemental y ejercer su especialidad. Se iba 6 años a una excavación arqueológica de principios del I siglo del III milenio, cuando la tecnología actual estaba en pañales o era ciencia ficción. Actualmente, año 25 del IV milenio, no existen las carreteras hay tubos de transporte por electromagnetismo, totalmente integrados en la naturaleza que funcionan por energía solar (las células fotovoltaicas se optimizaron en el 2487), y, si no hace Sol, no importa, el sistema es global.



Información

22 de noviembre de 2017:

Presentado al concurso semanal del Grupo de Escritura Creativa Cuatro Hojas de Facebook.
En breve os pondré el enlace para leer los demás relatos y votar por vuestro favorito.
Es muy posible que sea la primera parte de una historia más larga.

29 de noviembre de 2017:

Aquí está el enlace para votar o leer el resto de relatos de la semana pasada.
Qué los disfrutéis.

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